LA NIÑA DE LAS TRENZITAS.....

De toda la vida ha existido la crueldad entre los seres humanos, yo no se porque hay personas que gozan haciendo sufrir a alguien que ni se mete con ellos, que es lo que les da valor para atacarlos o con el permiso de quien hacen sus maldades?.

Sería el año de 1948 aproximadamente y en un colegio de monjas iban niños de todas las clases sociales y de todas las edades en un mismo grupo, habia hijos de comerciantes, de campesinos, de ganaderos etc.

Una niña de esa escuela, era hija de un hombre que tenía vacas y por lo tanto comerciaba con leche y carne , su madre era un ama de casa sumisa y obediente que por sobre todas las cosas tenia a su esposo en un pedestal y lo obedecia ciegamente, la niña con mucho insistirle a su padre logró que la dejara ir a la escuela con la condición de que si recibía alguna queja de su comportamiento o su mal aprovechamiento, la sacaría de ahí pero antes recibiria una tremenda golpiza como la que en otras ocasiones ya le habia dado por cualquier motivo que a él no le pareciera.

Desde un principio empezó a ser molestada por algunos compañeros y compañeras, le jalaban las trenzas, la empujaban le decian "lechera" y ella no decia ni hacia nada por temor a que su papá recibiera alguna queja.

Así pasó algún tiempo y habia en especial un niño que diario le pegaba con una liga y un trozo de cascara de naranja, desde su lugar le aventaba los pedazos de cascara en las piernas y con la fuerza que da la liga eso era muy doloroso.

Un día pensando en como hacerle para que ese niño ya no le pegara, fué al cajón de su padre y sacó unas ligas, buscó cascaras de naranja y se puso a ensayar como tiro al blanco, hasta que dominó completamente su técnica y su tino. El maldito chamaco toda la mañana estuvo haciendo sus maldades y la niña solo se aguantó, pero al entrar del receso, mientras la monjita se volteó al pizarrón a escribir algo, ella sacó su liga y sus pedacitos de cascara y buscó apuntarle por la espalda pero él tal vez presintió la acción y en ese mismo momento volteó hacia atras y exactamente la cascára le dió abajo del ojo, el cual le lagrimeaba y le ardía porque el zumo que soltó la cáscara le entró jajaja, merecido se lo tenía.

La monjita le preguntó a él que quien habia sido, les preguntó a todos y entonces ella pensó- ahorita alguién me va a acusar y lo va a saber mi padre, de una buena golpiza no me escapo, pero y que si al fin me desquite de este niño-, . Para su gran sorpresa nadie dijo nada, ni el mismo afectado la acusó, castigaron un rato al grupo completo pero ni así hablaron, creo que todos de alguna manera estaban de acuerdo con lo que le habian hecho jajaja. Y desde ese día santo remedio, jamás le volvió a hacer nada.

Esa niña era mi abuelita y ahora ya tiene 70 años, pero siempre nos cuenta como era su vida de niña y todo lo que le pasó, algunas historias son muy tristes, la mayoría diria yo, pero ella siempre nos hace razonar y nos dice que antes de hacer algo pensemos que es lo que puede pasar y las consecuencias que podemos tener, por suerte no le dió en el mero ojo o no pasó algo más grave, pero el que busca ,encuentra y ese tonto ya se habia pasado de listo.